Con mucha tristeza veo a algunas personas como tú (son pocas,
pero son personas) celebrar el 11 de septiembre como un día de triunfo por el
progreso del país a partir de la dictadura. No niego que la situación del país
pudo haber estado muy mala y que era necesario un cambio revolucionario en lo
político y económico, tal vez en ese momento hubiese opinado que era el único
camino.
El gran problema no es ese. El gran problema es que Pinochet
se metió con lo más sagrado para el hombre: la vida humana. Entiendo que te molestes -con justa razón- porque
le robaron el campo a tu tatarabuelo, fruto del trabajo de años de toda tu
familia… Pero te digo, amigo pinochetista/antiallendista, si tú
valoras más un pedazo de tierra que una vida humana creo que estoy en el deber
de decirte que debes cuestionar tus prioridades. Ni la más corta de las vidas es
menos valiosa que todas las hectáreas del país.
Si realmente crees que la vida de unos cuantos comunistas no
vale tanto como la hacienda que has mantenido por años, dilo y reconócelo, defiéndelo,
pero no me digas que eres cristiano o que amas a Dios si no eres capaz de darte
cuenta que la tierra no es tuya y que las vidas menos, mientras defiendes tus
intereses materiales.