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lunes, 9 de diciembre de 2013

ME LLAMARÁN BIENAVENTURADA

"Por eso, desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada" (Lc 1, 48b) dice María en la Visitación a su prima Isabel. Y sin embargo vemos tantas imagenes de ella en la que lo que menos destaca es su sonrisa, su alegría ¿por qué? ¿Cuando dejamos de recordarla como la mujer feliz que ella misma dijo que sería?

Ayer terminó el Mes de María y se terminó con gran alegría, como debe ser, peregrinando, cantando, compartiendo... que no se nos olvide llamar a María como es: BIENAVENTURADA.



domingo, 20 de noviembre de 2011

SCHOENSTATTIANOS CRISTÓCENTRICOS

A pesar de lo que se piense y diga, los schoenstattianos somos tan Cristocéntricos que toda fiesta importante -incluso el mes de María- lo celebramos con la Eucaristía.


martes, 8 de noviembre de 2011

MARÍA DEJA HUELLA

"Mientras recorres la vida

tú nunca sólo estás,

contigo por el camino,

Santa María va".

¿Cuántas veces habré escuchado esa canción en el mes de María? ¿Cientos? Hoy comienza este mes y viene a mi mente una situación en la que me di cuenta de que María realmente recorre el camino junto a nosotros, deja huella en nuestras vidas y nos cambia para siempre.

Hace un tiempo estaba en una fiesta con un amigo que antes participaba activamente del movimiento de Schoenstatt -al cual yo pertenezco- pero que hoy ya no lo hace, pues está muy dedicado a sus estudios y otras cosas (y está bien). Ese día me presentó a su “polola”.

- Estoy muy feliz, Pollo. Ella es una niña muy buena.

-Qué bueno, AC, me alegro por ti. Tú eres un muy buen “gallo” así que te mereces una niña buena también.- le dije.- Tienes que cuidarla y respetarla, recuerda que cada mujer es la imagen viva de María.

- Sí, lo tengo claro.- exclamó él.- Si yo sigo siendo el mismo, no he cambiado, sólo que ya no tengo tiempo para ir a Schoenstatt.- respondió sereno.

Me alegré tanto aquella noche, y hoy entiendo que es porque realmente la Virgen María, nuestra Mater, nos transforma y saca lo mejor de nosotros para SIEMPRE.

martes, 9 de noviembre de 2010

SER MONOTEMÁTICO

Hace un tiempo mencioné que Ronaldo Muñoz había sido considerado por algunos medios como "un monotemático", pues hablara sobre lo que hablara siempre terminaba hablando sobre Cristo y sobre el pobre (¿no es lo mismo?).

¡Yo quiero ser un monotemático de María!
En este mes que comienza especialmente, Mater, ayúdame a dar testimonio de Ti.
De cada uno de nosotros depende que todo resuene con su nombre y alabanza.

Que no pare de anunciarte.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Primer Verano VI parte

No hay duda de que la gran conclusión de todos los años es la misma: Un mes es muy poco para dedicarselo a María, a esa mujer fiel y sencilla que dedica su vida al Cristo.

Se acaba el Mes de María y una vez más me enamoro más de Ella;
una vez más me considero poco digno de su amor;
una vez más le ofrezco la vida... y una vez más sigue siendo poco.

¡Hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan!

jueves, 26 de noviembre de 2009

Primer Verano, parte V (María ¿Quién eres?)

Dios Padre la elige como Hija.
Dios Hijo la reconoce como Madre.
Dios Espíritu Santo la bendice como Esposa.

¿Quién es para mí María?
Jesús le pregunta directamente a sus discípulos “Y ustedes ¿Quién decís que soy?” (Mt 16, 15).
Tal vez para los apóstoles no estaba tan claro quien era Jesús. Lo seguían porque lo admiraban, porque les brindaba seguridad, porque valoraban sus milagros, porque les asombraban sus palabras, porque los educaban sus parábolas… porque creían en Él.

María nunca nos ha interpelado de tal manera, y es porque su misión es clara: ser Madre de Dios a través de su Sí.

Pero ¿no tenemos acaso como hijos de Dios la misma misión que María? ¿No es María para nosotros -en primer lugar y entre tantas cosas- un modelo a seguir?
Sin duda que sí. Además se nos ha heredado la misión de la Virgen como describe tan hermosamente el Padre Hernán Alessandri en “Nuestra Misión, ser Alma del Mundo”: La misión de que hemos estado hablando no es, en el fondo, sino que una prolongación de la Misión Personal de María […]. Y todos los que participamos en esa misión, nos convertimos -como decía San Agustín- en “madres de Cristo”, que lo ayudan a aseguir naciendo en la vida de los hombres, en todos los tiempos y culturas.

Y si María me preguntara hoy:
“Y tú ¿Quién dices que soy?”
María, eres mi Madre.
María, eres mi Reina.
María, eres mi Bandera.
María, eres mi ejemplo.
María, eres mi Mujer amada.
María, eres mi Vida…

¡Que María sea nuestra Misión!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Primer Verano parte IV (50 rosas para María)

¿Por qué da vergüenza caminar con una rosa de regalo para la mujer que uno ama? ¿Por qué da vergüenza que te vean con un ramo de flores en la calle?

Por la misma razón por la que da vergüenza rezar el rosario delante de más gente: porque es un signo del amor, que es tan propio e íntimo de esas dos personas, que evitamos que se haga parte del mundo, de los demás. Puede que suene egoísta, pero es en esa intimidad y silencio donde esos signos encuentran sus sentido más pleno. No es vergüenza, entonces, sino un anhelo de mantener eso en la complicidad mutua más interna y personal.



Rezar el Rosario es regalarle rosas a la Mujer Amada, a María. Regalárselo en silencio y en privado. Sólo Ella y yo comunicándonos en la oración.
Sentir cada cuenta del Rosario puede parecerle a muchos repetitivo, cuestión de costumbre o incluso tonto ...pero ¿hace daño regalar una rosa? y si repetimos ese acto ¿no pareceremos románticos y evidentemente enamorados, en lugar de tontos como muchos podrían pensar? Con el Rosario pasa lo mismo ¿hace daño rezarle un avemaría a la Virgen? ¿hace daño rezarle 50?

Yo rezo el Rosario. No muy seguido, pero lo hago. Y lo hago porque estoy enamorado de María.



Rezar el Rosario es regalarle 50 rosas a María ¿Qué noble caballero podría negarse a regalar tal ramo a tal Mujer?

jueves, 12 de noviembre de 2009

Primer Verano parte III

Me encanta descubrir en María a esa mujer sencilla que une a toda la Iglesia. Creo que por eso los Papas siempre la citan al final de sus documentos, porque así todos quedamos contentos.

María es especial para todos.
La Religiosidad Popular Latinoamericana le guarda un lugar especial en sus corazones como Virgen de Guadalupe, Nuestra Señora de Aparecida o como Virgen del Carmen.
La religiosidad de elites la venera profundamente.
La Teología la estudia en detalle y descubre en Ella siempre algo nuevo y significativo.
Los pobres se identifican con su persona.
Los chilenos la reconocemos como nuestra Reina, nuestra Estrella Blanca.
Los soldados como su patrona.
Las mujeres se reflejan en su rostro.
Los hombres nos enamoramos de su mirada.
Los niños la miran como a su Madre.
Los adultos también.
Las madres solteras la entienden mejor que nadie.

Los marianos la amamos por dar su Sí.
Los cristianos la amamos por regalarnos a Cristo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Primer Verano parte II

Y es que María no es cualquier mujer, Ella es la Primera Misionera, la Madre del Mundo, la Balanza de Justicia, la Rosa de Jericó, la Estrella de los Mares, la Patrona de Chile, la Reina de la Paz...

Es un Río que lleva un Océano, es Vientre que se transforma en Santuario, Ojos que velaran por el sueño de Dios, es Estrella Luminosa que perpetuó Belén, es Pluma que escribe el Verbo, es Arado que prepara el Camino, es Mujer que confirma la Verdad, que da vida a la Vida...

Pero es sobre todo la Madre que se levanta día a día a trabajar por sus hijos, es la Mujer que no pierde la fe en Dios, es la Mujer que camina kilómetros para llevar a sus niños a la escuela, es la "caserita" de las verduras, la Niña que trabaja de empaquetadora en el supermercado, la Profesora que nos exige los trabajos a tiempo, la Compañera y Colaboradora constante de nuestras vidas... María está presente en cada mujer y he ahí la razón de dedicarle un Mes completo.

Eres, sin embargo, ante todo mi Madre.

Oh María, dígnate presentarnos a tu Divino Hijo, Jesús.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Primer Verano (Mes de María)

Este domingo 8 de Noviembre, la Iglesia comienza la celebración del Mes de María. Un mes entero dedicado a la Madre de Dios.

Tradición que viniera desde el Viejo Mundo a alojarse en tierras latinoamericanas hace ya bastantes años. Pero que, más que en el terruño mismo, se ha arraigado sin duda en lo profundo del corazón del Continente de la Esperanza y del Amor.

No quedo indiferente frente a esta celebración. En Europa se celebraba con la llegada de la primavera (del latín "prima": primera; y "ver": verano) y acá en Chile también se ha hecho coincidir, de tal manera que el sol, las flores y el renacer de la vida nos recuerden en cada instante a María, que todo resuene con su Nombre y alabanza.

¿Por qué un Mes de María y no una semana o un día?
Porque María nos ama y nos conoce tan bien que requiere tiempo para educarnos, requiere tiempo para formarnos como Ella sabe hacerlo (y como lo haría toda mujer): con delicadeza, dedicando muchos momentos del día para ayudarnos a vivir con Su Hijo, entendiendo que es un proceso difícil y lento en muchos casos, pues no todos somos como Saulo, sino más bien como Agustín.

A María se le encomendó la misión de dar a luz al Cristo, pero Ella lo acompañó hasta la Cruz.
Si a nosotros nos pidieran regalarle un día del año ¿No le ofreceríamos acaso un Mes?

Que las flores del primer verano nos recuerden siempre su pequeñez, delicadeza, pureza y hermosura. Que la lluvia nos renueve y el sol nos ilumine en este Mes.