viernes, 22 de abril de 2011

SEPULCRO VACÍO (parte 1)

Ya me estaba preocupando. Es Semana Santa y sentía que no tenía nada que escribir hasta que ahora me he dado cuenta de un pensamiento que ha rondado mi alma en este año y que he plasmado en más de algún post de algunos blogs amigos.

En la Peregrinación de Confianza de Taizé, en diciembre, se me grabó a fuego un canto que rezaba así:

Dios es ternura
Dios vive en ti, atrévete a amar
Dios es ternura
no hay porque temer

Y este último tiempo, previo a y en plena Semana Santa he leído muchas entradas sobre la Cruz, sobre el Cristo Sufriente, sobre el camino al Gólgota. Debo reconocer lo conmovedoras y únicas que me han resultado las entradas de la serie "Desde la Cruz" de Don Enrique en su blog; hermosas palabras de José Miguel Ibañez-Langlois en el sitio del padre Vicente Huerta (Que quede claro que sigo estos blogs sagradamente. Se los recomiendo).

Pero no dejo de preguntarme ¿Son todos los días Viernes Santo? Claro que hay algo de eso. Siempre hay hermanos que sufren, siempre hay Cristos caminando una y otra vez hasta llegar al monte Calvario, hasta ser crucificados.

Yo me atrevería a decir que todos los días son Domingos de Resurrección. Ése es el centro de nuestra fe: Un Cristo que sufre, que es golpeado, que -hasta- muere. Pero no termina ahí la historia, y así lo anunció Él mucho antes: "Destruid este templo y lo reconstruiré el 3 días" (Jn 2, 19), pues es un Cristo que resucita salvando incluso a los que vivieron antes que Él.

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