jueves, 30 de diciembre de 2010

EL NIÑO QUE QUERÍA VER A JESÚS

Había una vez un niño muy pequeño que acompañaba cada domingo a sus papás a la santa misa.
En el momento de la consagración siempre quería ver hacía adelante, porque veía que todos miraban hacia allá, pero no podía debido a su baja estatura.

Cuando tenía 10 años se enteró de que el pan se convertía en Cuerpo de Cristo y el vino en Su Sangre. Entonces intentaba mirar por sobre la gente para ver una señal mágica en la hostia.

Pasaron los años.
Cuando tenía 20 años miraba detenidamente la consagración para luego ver a Cristo en el rostro de sus hermanos...

Siempre quiso ver a Cristo. Y, aunque nunca fue fácil, siempre lo logró.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

ROCÍO NAVIDEÑO

Éste es el misterio: el cielo ha fecundado la tierra con un rocío luminoso. La liturgia de Adviento canta: “Cielos, lloved vuestro rocío”. ¿Quién es ese rocío? El que cae en la noche de Navidad en un pesebre y empieza a iluminar la tierra con su acampada entre los hombres. Pero tiene que penetrar en lo hondo de la tierra. Por eso muere y entra en la tumba. El rocío luminoso es nuestro Señor Jesucristo, crucificado, muerto y sepultado, que ha bajado hasta la fosa para conquistar, como Señor triunfante, a sus muertos, para que los cuerpos sean cuerpos luminosos, nuevas criaturas, verdadera imagen de Dios. Pero estamos ya en el Nuevo Testamento…

(Antonio Bringas, “El valor de la vida humana en las SSEE” 1984)


martes, 21 de diciembre de 2010

CONMOVEDOR VIERNES

En la mañana del viernes, junto a toda la Parroquia, fuimos al centro y visitamos el Museo de Bellas Artes.
Había ahí una exposición fotográfica maravillosa llamada “La Victoria de Todos”, con emblemáticas imágenes de gente que vive en la población La Victoria de Santiago. Mentiría si no reconociera que cada rostro en esas fotos era reflejo de una vida de esfuerzo y verdadera victoria.
En la oración del mediodía, mientras cantábamos “Cheu ñi mülen poyen” (Donde hay amor) una anciana mapuche se puso de pie -pues todos estábamos sentados o arrodillados en el suelo- y cantó con tanta fuerza que irradiaba orgullo en sus palabras y su mirada ante su lengua, frente a sus raíces.
En la tarde, junto a mis amigas Muriel, Yasna y Yocelin fuimos al Museo de la memoria y los Derechos Humanos.
Admito que casi suelto algunas lágrimas leyendo una carta de un hombre a su familia, expresándoles su amor mientras les decía que no sabía si los volvería a ver en esa oscura época de Chile, y mientras les impulsaba a luchar por la libertad, sus ideales y la dignidad de cada uno. Los animaba a amar su pueblo y pelear por él.
Hoy los pobres, los pueblos originarios y los detenidos desaparecidos están más que nunca en mi corazón y mi oración.
Fue un día viernes muy conmovedor.

domingo, 19 de diciembre de 2010

TESTIMONIO QUE ILUMINA

Tuve la suerte de participar en un taller llamado “Iglesia ¿cómo respondes hoy a los nuevos desafíos?” dirigido por Monseñor Cristian Contreras.

Hablamos sobre la importancia de reconocerse y asumirse Iglesia, y -desde ahí- sobre la importancia de nuestro testimonio, tema del que este blog ya fue testigo una vez.

Él usó una imagen que me encantó: si uno camina con una vela en la oscuridad, nos alumbra permitiéndonos ver dos o tres metros hacia delante, pero no nos damos cuenta de que a cien metros o más puede haber alguien para quien esa luz es una guía.


viernes, 17 de diciembre de 2010

POR DÉBIL CONVICCIÓN Y FRÁGIL MEMORIA

¿Por qué repetir los cantos de Taizé una y otra vez?

Es lo que nos discuten muchas personas también frente a oraciones como el Padre Nuestro o el Ave María: ¿Por qué repetir reiteradamente?

Porque así nos vamos convenciendo más aún de que son ciertos.

Porque así es más probable que se nos graben a fuego en el corazón.

Yo lo creo, yo no lo olvido: Dios es ternura.


jueves, 16 de diciembre de 2010

DE CONFIANZA



En cuanto a la confianza, fue más difícil de entender.

¿Qué tiene que ver la confianza con la oración?

Yo siempre he pensado que por la oración nos hacemos más hijos de Dios. Nos educamos profundamente en filialidad, pues reconocemos que es necesaria la ayuda de Alguien superior, de un Padre Bueno y bondadoso.

Pero dudo que esa haya sido la razón por la que los hermanos de Taizé hayan llamado así a este encuentro. Al finalizarlo, sin embargo, concluyo que la razón no se encuentra en lo profundo de la oración sino en las consecuencias de ésta. Si rezamos persistentemente y esto no nos lleva a vincularnos a nuestros hermanos ¿de qué sirve entonces?

Confianza en Dios, pero también confianza en nuestros hermanos.



miércoles, 15 de diciembre de 2010

PEREGRINACIÓN

Esto lo escribí el día 9 de Diciembre, en Santiago, comenzando la Peregrinación de Confianza de Taizé.

Desde que supe sobre este encuentro en Santiago -y más aún cuando supe que yo participaría- me llamó profundamente la atención el título “Peregrinación de Confianza”.

En primer lugar por la expresión peregrinación y en segundo lugar por la actitud de confianza a la que se nos invita en esta reunión ecuménica.

“¿Peregrinación? ¿por qué? Mi mayor viaje es el que haré para llegar a Santiago en bus, o tal vez hagamos allá alguna caminata… o seguramente se le llamó así porque viene mucha gente desde el extranjero…” Eso decía sobre este encuentro hasta antes de vivirlo hoy, sin embargo siempre creí que había algo más y así fue.

La oración de ayer fue hermosa, profunda y llena de paz.
La oración de hoy en la mañana en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Ñuñoa fue aún mejor, íntima y cercana, con momentos de profunda vinculación al Señor.
Pero la oración del mediodía me causó una gran conmoción interior… ¡Me faltó tiempo para rezar! ¡Una hora de oración no fue suficiente! Para coronar la jornada estuve en la cruz de Taizé rezando junto a algunos hermanos.

¿Por qué menciono todo esto? Porque creo que desde que llegué a Taizé y viví esto he “peregrinado” a un lugar distinto. He hecho un camino desde mi mismo hasta un nuevo “yo”… o uno antiguo que aún no descubría y no descubriría sin esta música y este silencio que he recibido en esta Peregrinación.

Además, otra razón por la que creo que se llama “Peregrinación” a este encuentro es porque la gente que está aquí, estamos buscando, estamos en búsqueda constante, estamos -en definitiva- inquietos.

Eso es lo que más me anima a seguir caminando en esta Peregrinación de Confianza.

lunes, 13 de diciembre de 2010

DIOS OMNISCIENTE EN UN UNIVERSO INFINITO

Hoy he vuelto del encuentro de Taizé llamado Peregrinación de Confianza por una Tierra de Hermanos...
Ha sido una experiencia maravillosa y de aquí en adelante seguramente muchas de estas líneas estarán dedicadas a ésta.

Comenzaré por mencionar algunas palabras del Hermano Alois (prior de los Hermanos de Taizé) mencionadas en la Vigilia por la Paz, la última noche del encuentro:

Hoy es difícil creer en un Dios omnisciente en un universo infinito, porque el hombre -cada vez más- conoce lo inmenso que es éste.
La fe, por lo tanto, se presenta hoy como un riesgo.


Coincido con el Hermano en que la fe es riesgosa.
Confío tanto en que Dios está en el corazón de cada uno y que, por eso, estamos siempre buscándolo aunque no sepamos Quién es Ese que nos habla desde dentro.



lunes, 6 de diciembre de 2010

CONFIANZA II

A un día de irme al encuentro de Taizé me topo con esta frase:

"Con infinita confianza me abro a tu mirada, oh Dios, no porque mi corazón es puro, sino porque tu mirada es buena".

Raissa Maritain


domingo, 5 de diciembre de 2010

SEÑOR SOL


Hoy, mientras trabajaba en las actividades de final de año, una amiga escribió en mi muro de facebook lo siguiente:

Hoy el señor sol me sonríe y me invita a sacar una sonrisa de tus labios.
Disfruta este día porque tienes una tierra que pisar, unas nubes en las cuales dibujar y un mundo de posibilidades para soñar.


Le respondí que de la primera frase se desprenden las otras,
e inmediatamente le dije que lo logró: me sacó una sonrisa.
Gracias Kenita

Foto tomada de algún lugar de este blog

viernes, 3 de diciembre de 2010

COMO BARCO PERDIDO


Acabo de llegar de una cantata navideña desde el Hogar en cual hice práctica todo este año (que triste me suena decir esto en pasado).

Las niñas, todas muy lindas, prepararon algunas canciones navideñas.
Tabita hizo un solo de una preciosa canción acompañada en el baile por Cynthia...
También cantaron otros invitados, aunque la película, como era de esperar, se la robaron las niñas.

El Hogar es bautista y dentro de los invitados que cantaron, el hermano Ricardo Beltrán -dueño de una voz envidiable- contó, previo a una profunda canción, una historia muy breve pero muy significativa de nuestra relación con Dios que me parece digna de repetir:

Una vez, un niño construyó un barquito de madera muy hermoso. Dedicaba día y noche para que su obra fuera perfecta... y lo logró.
Ese barquito era su mayor orgullo.
Un tiempo después, por alguna razón desconocida, perdió su barco. Probablemente alguien lo tomó, o simplemente lo dejó olvidado en algún lugar. Fue terrible, lo lloró mucho tiempo y creció con esa amargura.
Cuando ya era un adulto encontró su barquito en una tienda y sin dudarlo, lo compró, sin importarle el precio.

Cuando nos convertimos a Dios pasa lo mismo: Él nos crea, nos pierde y luego volvemos a Él por medio de su Hijo. Y lo más importante: nos ama como ese niño a su barco y paga cualquier precio por recuperarnos.