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viernes, 28 de enero de 2011

INVITACIÓN, NO NOSTALGIA



Ordenando unas carpetas del año (recién) pasado encontré unas notas tomadas en la conferencia “Hay últimos que serán primeros. La teología latinoamericana hoy” del padre Diego Irarrázabal pronunciada en el Coloquio de Teología, dedicado a Ronaldo Muñoz, que mencioné en varias entradas hace unos meses. Dicen así:
“Que Ronaldo sea una invitación de lo que podemos hacer, no una nostalgia de lo que se hizo”.

domingo, 14 de noviembre de 2010

NI OPCIÓN, NI PREFERENCIAL, NI POR LOS POBRES

Cuando ya pensé que el coloquio no me pesaría más, me encuentro con este documento que me pidieron transcribir y que no puedo evitar copiar y pegar en el blog.

Dice Raúl Pariamachi:

Recuerdo a un profesor que… bueno, uno llega a estudiar teología creyendo que efectivamente hay una carta de San Pablo a los Hebreos ¿no? Y el profesor te dice “bueno, eso, ni es carta, ni es de San Pablo, ni es para los hebreos”.

Bueno y en algún momento uno dice la opción preferencial por los pobres llega alguien como Vigil y otros que lo siguen y dice “No, no, no. Ni es opción, ni es preferencial, ni es por los pobres”. ¿No? Parece ser que este es un asunto muy polémico ¿verdad? Pero hay algo de razón en esta tesis ¿no? No es una opción, porque evidentemente no es algo que yo pueda o no pueda hacer. Si yo soy cristiano tengo que hacerlo.

En ese sentido no es opción propiamente ¿no? Pero como dice majaderamente Gustavo “Ya pues así ha entrado, así se ha recibido en la Iglesia, no compliquemos la cosa” dice (ríe). No es solo por los pobres si entendemos “pobre” como aquel que sufre, que es inocente solamente. Entendemos que es el pobre, en cuanto él es una víctima de la injusticia. Y cuando olvidamos esta esencia de la composición de la opción por los pobres, evaporamos la opción por los pobres.

Yo creo que el componente de la injusticia, como bien se ha remarcado, es lo esencial de esta mirada a la opción. Puede sonar duro, pero hay una persona dueña de una gran empresa, tiene una tragedia, sufre, pero bueno, no va a ella dirigida esta opción por los pobres. No sé si me explico bien. Es la gente sufre como consecuencia de una sociedad mal organizada, injustamente mal organizada ¿no? Y por lo tanto, unido a eso, está el tema de que esta opción es por los pobres, pero -como lo dicen hasta el cansancio los teólogos y teólogas de esta línea- es contra la pobreza, es lucha contra la pobreza. La gran pregunta de este último libro de Ronaldo ¿no? Uno lo lee y se da cuenta, si esa preocupación… No es sólo ir donde los pobres, ni siquiera es solo vivir con ellos, sino que producto de eso solidarizarse con ellos es asumir su causa, es pelear con ellos para construir condiciones mejores de vida más digna.

martes, 9 de noviembre de 2010

SER MONOTEMÁTICO

Hace un tiempo mencioné que Ronaldo Muñoz había sido considerado por algunos medios como "un monotemático", pues hablara sobre lo que hablara siempre terminaba hablando sobre Cristo y sobre el pobre (¿no es lo mismo?).

¡Yo quiero ser un monotemático de María!
En este mes que comienza especialmente, Mater, ayúdame a dar testimonio de Ti.
De cada uno de nosotros depende que todo resuene con su nombre y alabanza.

Que no pare de anunciarte.

miércoles, 6 de octubre de 2010

UN DIOS FARMACIA

Es, tal vez, la crítica más frecuente a prácticas de Religiosidad Popular en Latinoamérica: Utilizar a Dios cuando se le necesita para superar algún problema.

Pero la verdad es que es bastante fácil para todos los creyentes caer en esta actitud. El mismo Ronaldo Muñoz (como cité hace un tiempo) se preocupaba por esto argumentando que solemos utilizar a Dios para nuestros propios beneficios.
Cuando hacemos esto, usar a Dios exclusivamente para nuestro propio beneficio y dejarlo de lado cuando nos conviene, estamos haciendo vida la realidad de un Dios Farmacia, es decir, un Dios que nos sirve para sanar nuestras heridas, aplacar nuestros dolores y calmar nuestras angustias, pero que es olvidado una vez que ya se ha cumplido alguno de estos objetivos.

El gran peligro de tener un Dios Farmacia es que, si estamos acostumbrados a usar a Dios de esa manera, no dudaremos en usar a las personas de igual forma, convirtiendo nuestras relaciones en meras alianzas estratégicas para alcanzar objetivos personales y cargados de egoísmo.

Creemos en un Dios que no es farmacia.
Que sana, aunque no le pidamos.
Que acompaña, aunque no nos demos cuenta.
Que no nos usa, aunque nos permite creer que lo usamos.
Que ama, aunque no lo amemos.

Creemos en un Dios que no es farmacia, sino Amor.



El concepto de "Dios Farmacia" se lo copié a Leo, compañero y amigo para el que pronto dedicaré una entrada... aunque ya le mencioné aquí hace un tiempo. Es sabio este hombre parece.

viernes, 1 de octubre de 2010

POBRES PREJUICIOS

Muchas veces he escuchado esto -y reconozco avergonzado que alguna vez lo pensé- cuando se habla de la pobreza y de los pobres se dice que “los pobres son pobres porque quieren serlo”, porque son flojos” o “porque ellos se lo buscaron”… Yo no creo que se así, creo que la pobreza es fruto de una gran riqueza mal distribuida, de una inmensa brecha de oportunidades e “inoportunidades” para ricos y pobres respectivamente, de una Educación mal ejercida, de muchos “pitutos” bien aprovechados.

Sin embargo, si fuera cierto… si realmente los pobres fueran pobres porque quisieran serlo ¿sería malo? ¿Cuántas veces hemos escuchado en la Iglesia que tenemos que esforzarnos por alcanzar la pobreza, por ser sencillos, humildes y desprendernos de todo para entregarnos por entero al Señor? Muchas. Demasiadas. Hay muchos que lo han vivido: San Francisco de Asís en aquellos tiempos, Ronaldo Muñoz en la contemporaneidad.

Podemos concluir que ser pobre porque uno quiere serlo es bueno ¿no?
Entonces ¿Por qué juzgamos a los pobres que también han optado por eso?

Yo creo profundamente que esos pobres que duermen en la calle y viven de limosnas, en lo profundo de su corazón saben que su pobreza es a costa de que otro no lo sea… y eso realmente es muy valorable.

Ahora viene la parte fea… ¿Los ricos quieren ser pobres? Yo creo que no.
Está bien querer ser pobre.
¿Está bien querer ser rico?
Creo también -y ojalá me equivoque- que quienes son ricos en lo profundo de su corazón saben que su riqueza es a costa de que otro sea pobre, y eso realmente es muy triste y desesperanzador.

Pero, bueno… estos son sólo prejuicios.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA PREGUNTA POR DIOS

Esta son palabras de la ponencia de Jorge Costadoat, sj. en el Coloquio de Teología del que ya os he hablado:

"Jesucristo en la teología de Ronaldo Muñoz"
Jorge Costadoat, sj

[...] La pregunta por Dios.

La alianza entre la Iglesia Católica y los pobres requieren según R. Muñoz despejar el camino de lo que se entiende por Dios. La urgencia y la actualidad del tema provienen del hecho de que "en el nombre de Dios" se fundamentan en América Latina las opciones y conductas más diversas.

De aquí que R. Muñoz se pregunte si de verdad "nos importa Dios"; Dios, y no la utilización ideológica de su nombre. Incluso si nos importara, nuestro autor exige ir aún más lejos y preguntarnos con sinceridad si nuestra imagen de Dios corresponde o no a la del Dios de Jesucristo. Es ésta nada menos que una "cuestión de vida o muerte" para la fe cristiana y, de modo inmediato, para el hombre concreto.

El mayor problema en América Latina no es el ateísmo, sino la idolatría. Con este planteamiento Juan Luis Segundo marcó profundamente la teología de la liberación latinoamericana. Pero a diferencia del teólogo uruguayo, a R. Muñoz le preocupa la idolatría de "los grupos privilegiados y cultos, los que más o menos conscientemente utilizan a dios para legitimar su riqueza acumulada, su saber excluyente, su poder de dominación"; y no tanto "el problema de la superstición o el primitivismo religioso de las masas ignorantes" (conforme al parecer de las clases "ilustradas"). [...]

domingo, 5 de septiembre de 2010

PIEDRA EN EL ZAPATO

En el coloquio sobre Ronaldo Muñoz del que ya os hablé, el Padre Enrique Moreno, también de la Comunidad de los Sagrados Corazones, dijo algo que me hace sentido en mi inexplicable admiración por el sacerdote recordado: "Ronaldo era un provocador, al estilo de Cristo... Fue una piedra en el zapato para el gobierno de Aylwin, pues nos recordaba a los más necesitados de quien nadie quería acordarse".

Siempre me ha apasionado el tema de estar inquieto espiritualmente y creo que Ronaldo en ese sentido se encargaba, no sólo de estar siempre inquieto, sino de que otros también lo estuvieran...

¡Seamos, a ejemplo de Ronaldo, piedras en los zapatos del mundo!



La foto es sacada del excelente blog de Anna Serrat, se los recomiendo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

APRETADOS, PERO TODOS

Durante estos tres últimos días he tenido la oportunidad de participar en un Coloquio en la Universidad titulado "El Dios de los Crisitianos. El aporte de Ronaldo Muñoz a la Teología Latinoamericana". De esto ya hablaré pronto más detalladamente, pero quiero contaros una situación que me desilusionó un poco.

Al coloquio asistieron muchas personas del país e incluso de fuera de Chile. La sala que estaba preparada para cada una de las ponencias y foros "nos quedó chica" y se habilitó otra sala, al lado de la principal, para que quienes no alcanzaran a entrar vieran las ponencias online en una pantalla gigante.
En la primera sala, la principal, estaba la gente importante: el obispo, el director del instituto, autoridades de la universidad, profesores, ex alumnos del Padre Ronaldo, en general personas mayores, digamos adultos. Personas que sin duda, merecían estar ahí.
En la otra sala estábamos los estudiantes, invitados, amigos y dueños de casa... la gente más joven... en esta sala el audio no era tan bueno, hacía frío y en ocasiones la imagen y el sonido se desfasaban.

Me pregunté inmediatamente ¿qué diría Ronaldo de este hecho? Yo creo que estaría consciente de que los jóvenes necesitamos estar ahí -en la primera sala-, pues en nosotros está la re-construcción de Cristo a partir de una nueva teología y una nueva vida de fe, un nuevo estilo de vida. Valorar el aporte y potencialidad de la juventud es el primer paso.

Sólo me queda esperar que cada una de esas personas que estuvo ahí transmita lo que ahí se vivió a sus hijos y nietos y no lo guarde en el cajón de los recuerdos.

Mi reflexión termina así, y esto es lo que me llevo de esta experiencia: ¡Qué hermoso y ejemplificador de nuestra Iglesia hubiese sido estar todos en esa sala! Viejos y jóvenes; estudiantes y maestros; pobres y ricos; temuquenses y santiaguinos; chilenos y trasandinos...
Todos juntos, apretados e incómodos, pero juntos.
Con espacio para todos. Apretados, pero todos.

miércoles, 3 de febrero de 2010

La Iglesia que amo

Pocas catedrales de canto y oro,
Muchas capillas de barro y tabla.

Pocos ricos adiestrados a la indiferencia,
Muchos pobre expertos en pasión compartida.

Pocos letrados calculadores y prudentes,
Muchos sencillos que saben de fe y esperanza.

Pocos doctores muy seguros de su doctrina,
Muchos testigos que escuchan de verdad.

Poco poder de fariseos y sacerdotes de carrera,
Mucho servicio huidle a los hermanos más pequeños.

Pocos proyectos de dólares y marcos,
Muchas mingas de sudor y canto.

Pocas bendiciones de armas, bancos y gobiernos,
Muchas marchas de paz, justicia y libertad.

Poco temor al Dios del castigo y de la muerte,
Mucho respeto al Dios del amor y de la vida.

Poco culto de espaldas al pueblo
A Cristo rey eterno en las alturas.

Mucho amor y seguimiento a Jesús el de María,
Compañero, Hijo, Profeta, Hijo del Padre.

Poco, cada vez menos,
Mucho, cada vez más.

Poema del Padre Ronaldo Muñoz sscc escrito el 14 de Abril de 1983. Publicado en “Llamados desde el pueblo”, Ediciones Paulinas - Rehue, 1990, Santiago de Chile

viernes, 18 de diciembre de 2009

En Busca del Pobre

Hace tres días falleció el Padre Ronaldo Muñoz sscc, el "teólogo de los pobres". Dedicó su vida a acercar a la Iglesia hacia los que más sufren y a crear conciencia de la riqueza cristiana en Latinomérica.
Ronaldo, estas palabras -que escribí hace meses- te las dedico y te agradezco lo que aprendí de ti, lo que seguiré aprendiendo y descubriendo cada vez que tome uno de tus libros escritos desde el Pueblo.
Descansa Padre.



En busca del Pobre


Que el hombre busque a Dios constantemente a lo largo de su vida no es ningún misterio ni nada nuevo. Desde hace mucho tiempo muchos filósofos y sabios han dedicado sus vidas para argumentar y sostener esta tesis.

Que el cristiano quiera encontrar a Cristo en otras personas tampoco lo es, especialmente nos gusta ver a Cristo en el “pobre”, en el “otro”, en ese que se nos presenta como muy miserable. Constantemente salimos en busca del pobre para encontrar a Jesús, para ver en su rostro sufriente y sentir que lo acompaño en ese sufrimiento.

Muchas veces visitamos a los mendigos, vamos a misionar comunidades de escasos recursos, construimos mediaguas y damos limosna en la calle… en mi experiencia en dichas situaciones he descubierto algo maravilloso: ellos nos son pobres. Estamos tan condicionados y acostumbrados a medir todo en base a lo meramente terrenal que no somos capaces de ver la riqueza en esas personas a las que “vamos a ayudar”.

¿Podría ser pobre una señora que, a pesar de no tener piso de madera en su casa, tiene una fe y una vida de oración más profunda que la de un misionero? ¿Podría necesitar algo más esa mujer? ¿Es pobre una abuelita que trabaja de guardia en una galería durante las noches por más de 30 años y, aún así, agradece a Dios todos los regalos de este día en medio del frío y de la oscuridad? No he conocido a nadie con más fe que ella, con más amor al Padre y capaz de demostrarlo a cada persona que saludara.

¿Cuántas de esas personas que antes hemos llamado “pobres” irradian una inmensa alegría? ¿A cuantas de ellas podría considerar plenamente felices? Me atrevería a decir que todas si no supiera que muchas de ellas están lejos de sus familias y eso entristece su corazón, pues ellos son capaces de valorar lo que realmente importa… pero sí, ellos son felices.

Más profundamente, hay cosas sustanciales que nos diferencian de ellos:

Ellos…

1.- Han dejado de darle valor a las cosas materiales. Cuando algo material que no tienen aparece como regalo lo agradecen, lo disfrutan y le sacan el máximo de provecho, pero no lo consideran indispensable… sin embargo han logrado valorar lo que realmente importa: la familia, los amigos, los momentos felices, Dios, una sonrisa…

2.- Ellos creen sin ver; no necesitan “meter la mano en la llaga” (Jn 20, 27); no ponen pruebas ni menos exigencias a Dios… a pesar de su condición de miseria -material- creen profunda e incondicionalmente en Dios, tienen esperanza (y sin duda eso los mantiene felices, despiertos) y tienen fe. “Dichosos los que creen sin haber visto” (Jn 20, 29) porque ¿Qué merito tiene creer en Dios si lo tengo todo? En dicha situación ¿Cómo podría no creer en Él?

3.- Ellos dan todo lo que tienen… las pruebas de amistad y cariño entre ellos son únicas. Comparten todo lo que tienen dándonos una lección de lo que realmente significa la palabra “Comunión”, ello se sientan de corazón en la misma mesa… no dan lo que les sobra, sino lo que les falta.

4.-Ellos prescinden de nosotros. No hay duda de que nos ven como un gran y gratuito regalo, pero no somos sus “héroes” ni sus “salvadores”. En cambio ¿podríamos nosotros prescindir de ellos? ¿Dónde encontraríamos a ese Cristo sufriente sino en sus rostros, sino en sus manos?

Por otro lado, Nosotros…

1.- Creemos en nosotros mismos… los pobres creen incondicionalmente en el padre Dios, a pesar de que Él “no les ha dado nada”, mas nosotros creemos en nosotros mismos cuando Dios nos “ha dado todo”. Cuando fallamos solemos preguntarnos “¿Por qué Dios me ha hecho esto?”, pero cuando ganamos algo nos adjudicamos ese triunfo a nosotros mismos y no damos ningún crédito al Señor o a la Divina Providencia.

2.- Nosotros necesitamos de ellos.
Como ya dijimos antes ¿Dónde encontraríamos a Cristo sino en ellos? Es más, necesitamos sentirnos bien con nosotros mismos y por eso salimos a su encuentro; solo así podemos sentir que estamos haciendo algo bueno. No hay duda de que con el tiempo ese sentimiento cambia, así como el hecho de encontrar a Cristo en otras personas, incluso en uno mismo.

3.- Nosotros valoramos y necesitamos de las cosas materiales. Sin ellas nos es imposible vivir. Lamentamos la pérdida de un teléfono celular como si no supiéramos que se puede reemplazar. Nos cuesta despojarnos de nuestras pertenencias, llegamos a sentir cariño y hasta obsesión por ellas. No nos damos cuenta que lo material nos impide llegar a lo espiritual, ni que lo espiritual nos ayuda a prescindir de lo material.

4.- Nos hundimos en problemas superficiales, fijamos nuestra mirada en banalidades. Perdemos la esperanza porque se cierra una puerta y no vemos las cientos que quedan por abrir…
Esto es signo de nuestra falta de fe ¿Será posible que sintamos que la fe es necesaria solo si no tenemos nada? ¿Solo estando en el fondo del abismo?

5.- Nosotros, por último, no podemos prescindir de nosotros mismo. Siempre estoy yo en primer lugar cuando Jesús nos pide precisamente lo opuesto: “Niéguese a sí mismo” (Lc 9,23).

Por lo tanto, me atrevo a decir que nosotros somos los pobres, porque nosotros no somos felices a causa de nuestro egoísmo y nuestra falta de fe, es decir, de nuestra falta de Dios… Entonces no estamos en un error cuando queremos ir si, cuando queremos ir en busca de Dios, acudamos a nuestros hermanos “pobres”, mas si estamos en un error catastrófico si pretendemos llevar a Cristo a esas personas, cuando en lo profundo de nuestro corazón sabemos que vamos a buscarlo.

Álvaro Almendra Soto
23 Marzo 2009