Hace un rato estaba viendo una entrevista a Monseñor César Franco, coordinador de la JMJ 2011.
En ella el periodista le comentaba sobre lo hermoso que era que Dios hubiese escogido la Madre Patria para este encuentro mundial.
Monseñor le respondió que, precisamente, lo que a él más le llamaba la atención y le interesaba era el hecho de que se pudieran congregar tantos jóvenes de Latinoamérica en España, porque justamente ellos darían al país anfitrión la fuerza y energía necesaria a una Iglesia europea tibia y un poco apagada.
La conversación siguió con un ir y venir sobre la dinámica evangelización de la Iglesia.
Lo que me mueve (y enorgullece) de esto es saber que existe tanta vida en nuestra Iglesia latinoamericana tan oprimida a veces, tan despreciada otras y tan manoseada en muchas más, pero que aún es signo de esperanza para tantos, aunque sea a un océano de distancia.
Con cariño para quienes peregrinarán este año a la JMJ desde nuestras tierras latinoamericanas.
Es un gustazo que tantos hermanos nos unamos junto al papa este año en Madrid....la Esperanza viene a nosotros como un torrente de vida. vendrás tu ?...
ResponderEliminarNo. No voy físicamente, Gosspi, pero mi corazón y oración estarán anclados Madrid
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