¡Ay! Los pobres.
Acabo de llegar de tomar unas fotos en una población muy pobre de mi Temuco. Son para una presentación que necesitamos hacer con un amigo... me sentí tan incómodo en mi auto con mi cámara semiprofesional tomando fotos de las casas, de los basurales, de las calles... de la gente.
La incomodidad se convirtió en frustración y tristeza cuando vi a tantos niños jugando en ese lugar. Me conomvió profundamente ver que ellos no se dan cuenta de que los envases de yogurt y los electrodomésticos rotos no deberían ser parte de su paisaje; que los juguetes que usan fueron usados antes por otros; que el camino a la improvisada cancha de fútbol no deberia estar rodeado de contenedores de basura... ¡Qué fuerte pensar que la mayor parte de esos niños no se dan cuenta de que esa realidad no es digna!
Probablemente ellos crecerán sabiendo que eso está bien, que está bien ser pobre, que no hay problema en seguir cesante, o en vivir en condiciones poco saludables...
Que la frustración y tristeza se conviertan en acción es un proceso lento, pero valioso y permanente.