La segunda mentira sobre Dios que suelo escuchar muy seguido es:
2.- Dios nos pone pruebas.
Me perturba pensar en un Padre que se complace en desafiar constantemente a un hijo, en verlo sufrir, en manipularlo como marioneta haciéndole creer que las cosas son de otra manera.
No soy papá, pero creo que ningún padre quiere ver eso. ¿Por qué Dios mismo -que es el mejor ejemplo de paternidad- lo querría?