Hace algunas semanas los Profesores de Religón de la diócesis tuvimos una reunión con el obispo. Él inició un diálogo muy interesante sobre nuestra labor... Sin embargo hubo algo que me pareció un poco triste y desalentador: En un momento dado, monseñor citó al Principito "Lo esencial..." y todos respondieronal unísono "...es invisible a los ojos". Pero cuando citó la Sagrada Escritura exclamando "Señor ¿a Quién iremos? Sólo Tú..." nadie respondió "...tienes palabras de vida eterna".
Me parece que el desafío es más grande de lo que pensaba.