lunes, 10 de junio de 2013

CARTA DE UN ATEO A SU HIJO

Estoy aprendiendo muy bien el arte del "copy-paste" tan mal visto por muchos (incluyéndome), considerándolo como un acto de plagio... yo en realidad hoy lo veo como un acto de humildad gigante -siempre y cuando se cite la fuente- pues significa reconocer que otro dijo algo que yo no podría decir de mejor forma.

Aquí algo que leí, disfruté, copié y pegué desde este sitio. Es una carta de un padre ateo a su hijo.
[...] Ya que hablo de educación: ¿para ser un joven bien educado es preciso conocer y practicar las leyes de la Iglesia? Sólo te diré lo siguiente: nada hay que reprochar a los que las practican fielmente, y con mucha frecuencia hay que llorar por los que no las toman en cuenta. No fijándome sino en la cortesía, en el simple "savoir vivre", hay que convenir en la necesidad de conocer las convicciones y los sentimientos de las personas religiosas. Si no estamos obligados a imitarlas, debemos, por lo menos, comprenderlas, para poder guardarles el respeto, las consideraciones y la tolerancia que les son debidas. Nadie será jamás delicado, fino, ni siquiera presentable sin nociones religiosas [...].
Jean Jaurés

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