jueves, 4 de junio de 2015

31 V 2015 (y 3era parte)

Sigo parafraseando al Padre Mario:

Un sacerdote amigo se dirigía al metro en hora punta. 
La estación estaba llena, pero a pesar de eso entre todo el tumulto de gente pudo ver a una mujer desmayada en el suelo, situación que siempre ofrece un espectáculo para los más "copuchentos". Y así fue. Todo el mundo se posó al rededor de la mujer mirándola. Sin embargo apenas llegó el tren todos subieron y dejaron atrás a la pobre mujer. Solo quedó el sacerdote y una pequeña niña de trenzas y jumper junto al inmóvil cuerpo.
- Hola- dijo amable e intrigado el cura- ¿es tu mamá, tu tía?...
- No.- respondió la pequeña.
- Entonces ¿qué haces aquí?- preguntó ahora más intrigado que antes.
- Es que yo hice un curso de primeros auxilios.- respondió con convicción la muchachita.
- ¡Ah! Muy bien... ¿Puedes, con los conocimientos que tienes, ir a buscar al guardia, por favor?
La niña partió rauda, y algunos minutos después se llevaron a la mujer para ser asistida.

Yo creo que Dios debe reírse un poco de nosotros... Decimos que queremos cambiar el mundo, hacemos planes de esto o de aquello... Somos como esa niña diciendo "yo hice un curso de primeros auxilios". Pero está bien, eso necesitamos: estar dispuestos para servir al Señor. Simplemente estar ahí para decirle que SÍ.
Porque hace 2 mil años la historia fue esa. El destino de la humanidad dependió de una muchacha que le dijo que sí a Dios. María dijo que sí.


martes, 2 de junio de 2015

31 V 2015 (2nda parte)

Sigo parafraseando al Padre Mario Romero. Esta frase me gustó:
Los curas católicos somos los únicos sacerdotes que no nos reproducimos a nosotros mismos...yo conozco hijos de pastores, nietos de pastores... eternas castas judías... etc... Si no tenemos un estilo de familia cristiana se acaban las vocaciones sacerdotales en nuestra Iglesia

lunes, 1 de junio de 2015

31 V 2015 (1era parte)

Hace un par de días escuchamos al padre Mario Romero en Ayinrehue, quien vino a hablarnos sobre la actualidad del 31 de Mayo y de este nuevo Centenario de Schoenstatt.
En esa charla dijo varias cosas que compartiré aquí.

Un schoenstattiano es una persona que va camino al Santuario o viene de regreso del Santuario.

lunes, 11 de mayo de 2015

LA MAYOR AVENTURA

Siempre quise que mi vida fuera una aventura: viajar, aprender, estudiar, compartir experiencias…
¿Por qué? Porque había un llamado en mi corazón como una llama que no dejaba de arder, que me movía a que mi vida tuviera un peso, un valor… Tenía miedo de llegar a viejo, mirar atrás y ver que no había hecho nada y que había desperdiciado mi vida.

Quería que mi vida valiera la pena, quería que mi vida tuviera sentido para mí y para otros.

Ahora que te veo a los ojos, más aún cuando tus ojitos brillantes se clavan en mi mirada, mi vida cobra sentido. Mi vida vale la pena, mi vida tiene un sentido, mi vida me resulta más valiosa, tanto así que la cuido más para acompañar la tuya.

Hoy que puedo tomar tu manito entiendo para que Dios me pensó y me creó. Entiendo por qué existo, entiendo que mi vida tiene un sentido y un valor en cuanto tú existes, y que Dios lo predispuso de esta manera: ¡Nací para tí, Celeste!

Ahora mi vida tiene sentido para mí, y tiene sentido para otra persona que eres tú, hija.


Llevo siendo tu papá recién un poco más de una semana y me atrevo a decir con toda certeza que mi vida estos días ha sido una aventura extraordinaria. Me atrevo a decir sin dudar que ésta es la mayor aventura: ser papá, ser tu papá. 


domingo, 12 de abril de 2015

QUE ACTÚE LA GRACIA (y 3era parte)

Tuve rabia. Estaba enojado en misa.
Una vez más, Felipe estaba conversando.
Su actitud era displicente
y contagiaba eso a sus compañeros.
Lo miro fijamente y muy molesto.
Con un gesto le digo que guarde silencio
y él me mira fijo y desafiante.
Con otro gesto le digo que mire hacia adelante.
Él se ríe irónico y mira hacia el frente.
Llega el momento de comulgar
y Felipe no duda en ponerse de pie.
Mi primer pensamiento es “¡Qué caradura!”

Luego pienso en Carlos y en Carolina.
Mi rabia se va esperando una sola cosa:
Que en él actúe la gracia.
Confío que en ellos actúa la gracia.


Confío también, en que la gracia actuó en mí para poder llegar a entender (y escribir) esto.