lunes, 20 de febrero de 2012

ESTADÍSTICAS (TeenSTAR, segunda parte)


Uno de los profesores relatores del curso nos contó una hermosa historia que reafirma lo que digo yo y Luis… y muchos otros, sin duda: el milagro de la VIDA es maravilloso… y es realmente un milagro.

Una mujer se fue a operar -no recuerdo de qué- y en la cirugía sufrió un accidente: el negligente médico pasó a llevar una arteria muy importante y la mujer resultó profundamente dañada.
- El daño es casi irremediable -explicaba el director del hospital al angustiado marido de la afectada.- Esto sucede una vez en 5 mil casos… realmente lo sentimos mucho.
- Pero ¿qué se puede hacer para salvarla?
- La verdad es que podríamos hacer una cirugía muy delicada… si resulta mal podría morir en el quirófano. Hay pocas probabilidades de que se salve. Es más seguro que viva una o dos semanas más si no hacemos nada, en lugar de que muera en medio de la operación.

El triste esposo guardó el silencio por unos minutos y luego preguntó al médico:

- Dígame, doctor. En caso de que resulte bien esa operación que usted menciona ¿Ella se salvaría y no tendría ninguna secuela?
- Así es.- respondió el médico.- Pero, como le digo…
- ¡Hagan la operación!- interrumpió el hombre.
- Pero, señor, hay muy pocas probabilidades de que la operación sea exitosa.- respondió asustado el director del hospital.
- Así como ustedes se aferraron a la posibilidad de que no cometerían errores en la operación anterior, yo me aferro a la posibilidad de que ella se salvará.- dijo el marido convencido de que valía la pena correr el riesgo por la vida de su mujer.

Esta es una historia real (o eso nos dijo el “profe” en el curso) que nos enseña a valorar la vida y esforzarse por vivirla en su máxima plenitud.

Finalmente la mujer de la historia se salvó, y hoy vive feliz junto a su esposo y sus hijos, demostrando que la vida se abre paso aunque las posibilidades sean mínimas.


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