lunes, 4 de enero de 2016

NO SÉ CÓMO PARTIR



No sé cómo partir… pero tú sí.

Tú sabes cómo partir. Como dejar de lado tu hogar, tu trabajo, tus comodidades, cómo no atarte a un lugar o, incluso, a personas que amas, con tal de partir a otro lugar lejano en ayuda de los que más lo necesitan.

Tú sabes cómo partir, y muchos de nosotros no. Nos quedamos en proyectos, en sueños, en el papel, pero tú sí sabes irte. Sin duda te cuesta, te duele, te confunde, pero a pesar de todo eso confías en que ese anhelo en tu corazón tiene su fundamento en los planes de Dios.

Tú sabes cómo partir, porque tienes la valentía suficiente, porque en tu corazón hay un fuego que no deja de arder y no te permite estar quieta. Como dijo un amigo "la vida es para arder, no parda durar" y tú lo entiendes plena y humildemente. Ese fuego que te mueve no puede ser otro que el amor de Dios.

Hace algunos días te dije “ojalá no vuelvas”. Quiero corregirlo, quiero decirte que esa frase no tiene sentido en esta aventura que emprendes, porque todo aquel que parte lejos para servir a otros, no vuelve jamás. Vuelve otra persona mucho mejor, mucho más sabia, mucho más feliz y mucho más grande. Sé que no volverás, porque la Karen que -eventualmente- podría volver, será una mucho mejor.

Ánimo en este viaje, que parte en Arica, pero que tengo la certeza de que no terminará ahí (y tampoco aquí).

Tú sabes partir, tú sabes caminar, pero sobre todo, tú sabes SOÑAR, y todo para la mayor gloria de Dios ¿Qué mejor?

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