martes, 16 de marzo de 2010

COMÚN UNIÓN

Hace dos domingos que no voy a misa.

El domingo antepasado me disponía a ir a misa. Me duché y al salir del baño vi la mesa puesta para tomar once junto a mi familia. Ante ese panorama decidí quedarme y compartir con mi familia.

Y anteayer fui al campo de un buen amigo todo el día, junto a varios más a un asado, a jugar futbol y compartir un rato con ellos. Conversamos, nos reímos caminamos y respiramos aire limpio.

¿Qué tan malo es cambiar dos misas dominicales por la familia y los amigos?

Este tipo de cosas me hacen pensar en qué tanto valoro la eucaristía...
pero si hubiese ido a misa esos días me preguntaría ahora qué tanto valoro la amistad y la familia.
Si la eucaristía es precisamente encontrarse con Cristo y compartir con el otro ¿está mal lo que hice? ¿está bien lo que hice?

Mientras en los amigos y mi familia encuentre a Cristo está bien...
Mientras en la Eucaristía tenga presente a mis amigos y mi familia está bien...

No hay comentarios:

Publicar un comentario