Temuco es una ciudad del sur de Chile muy cómoda para vivir.
Si quieres pasear tienes cerca el lago, cerca el mar, cerca la cordillera, cerca algunos volcanes...Es decir, hay donde pasear.
Ahora. Tampoco está tan cerca como para vernos afectados por un tsunami, o por una erupción volcánica.
Es decir, es una ciudad segura.
No es tan grande para demorarte una hora hasta tu lugar de trabajo o estudio, pero tampoco es tan pequeña para no tener opciones al momento de salir a comer, comprar algo o lo que sea.
Es una gran ciudad. Es segura, es realtivamente bonita, está cerca y lejos de lo necesario.
Hasta hace pocas horas nuestra ciudad tenía dos pulmones que nos ayudaban a respirar:
El primero: El Cerro Ñielol, hermoso monumento nacional con senderos verdes llenos de vida, donde la lluvia es su sangre y las piedras su carne. El cerro es el pulmón que limpia el oscuro aire invernal de Temuco... De todos los temuquenses depende que siga siéndolo.
El segundo. Ese que pocos conocieron y que estaba a las afueras de la ciudad como silencioso y escondido: El Monasterio de las Carmelitas descalzas.
Hasta hace pocas horas nuestra ciudad tenía dos pulmones que nos ayudaban a respirar:
El primero: El Cerro Ñielol, hermoso monumento nacional con senderos verdes llenos de vida, donde la lluvia es su sangre y las piedras su carne. El cerro es el pulmón que limpia el oscuro aire invernal de Temuco... De todos los temuquenses depende que siga siéndolo.
El segundo. Ese que pocos conocieron y que estaba a las afueras de la ciudad como silencioso y escondido: El Monasterio de las Carmelitas descalzas.
Desde hace unas horas, el Monasterio fue cerrado por falta de vocaciones. Las religiosas del lugar fueron trasladadas a otros monasterios del país...
¿Qué aire respiraremos ahora?
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