domingo, 1 de abril de 2012

QUE ENTRE EL SEÑOR



Hoy celebramos el Domingo de Ramos, y como dijo el padre Pancho en misa, es el día en que queremos abrirle la puerta de nuestra vida al Salvador, darle la bienvenida a nuestro Jerusalén personal.

Para eso es necesario estar preparado y alistarse más profundamente en estos días. Razón por la cual como Iglesia nuestros pastores nos recomiendan acudir al sacramento de la reconciliación antes de la Pascua, para que nuestra alegría por la Resurrección sea en su máximo esplendor y plenitud.

Hoy me dio gusto ver como la gente hacía fila para confesarse. Más aún. Lo que me colmó de gozo fue darme cuenta que los primeros de la fila eran jóvenes -algunos alumnos míos, lo digo orgulloso- e incluso niños. Con esto queda en evidencia una vez más que el mito de que lo jóvenes "no están ni ahí" es absolutamente falso.




3 comentarios:

  1. Yo me alegro mucho de esa experiencia tuya.
    Los jóvenes no se comprometen más...¿ Quizás
    tengamos mucha parte de culpa los adultos, de
    como vivimos nuestra fe)
    ¡Muchas gracias!
    SANTA SEMANA.
    Dios te bendiga.

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