sábado, 20 de octubre de 2012

A LA MESA

El martes regresé de Brasil y recién estoy terminando de desarmar la maleta, tanto literalmente como en sentido figurado. He sacado y ordenado todos los regalos que traje desde allá, pero aún me falta desarmar y rearmar la maleta del corazón, la maleta de experiencias que me traje bajo el brazo.

Por ahora mencionaré lo hermoso que fue compartir con tanta gente tan humana y de una calidez única. Partiendo por las amigas con las que fui,  siguiendo por los brasileños y brasileñas que nos acogieron, y terminando por los asistentes al congreso. Para muestra del ambiente que se vivía ahí, un botón:

Andrea caminaba con su bandeja a sentarse a la mesa con nosotros a la hora de almuerzo y un amigo la invitó a sentarse con ellos a la mesa.
- ...es que ya quedé de sentarme a la mesa con mis amigos.
- Deberías también sentarte a la mesa con tus enemigos de vez en cuando.- respondió sabiamente el hombre.


Me comprometo a pasar al limpio mis apuntes del congreso y compartirlos de vez en cuando aquí.

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