Desde hace días que vengo haciéndole el quite a escribir sobre la situación actual de la Iglesia y tengo –a mi juicio- buenas razones para no hacerlo. Pero llegó el momento.
No he querido hablar del tema, en primer lugar, porque es un tema excesivamente delicado y con el que hay que tener espacial cuidado. Soy testigo de cómo descalifican indiscrimidamente a todos los sacerdotes de la Iglesia por unos pocos que han fallado en su vocación… y, por cierto ¡han fallado gravemente! Por estos días me encuentro trabajando en un Hogar de Niñas en riesgo social donde algunas de ellas han sido violentadas en lo más profundo de su ser y las consecuencias son nefastas. Desapruebo, por lo tanto, los actos de los sacerdotes que sí son culpables. No conozco fundamento que explique su actuación.
Sin embargo la principal razón por la que no he escrito antes sobre esto es porque mi experiencia de vida en la Iglesia ha sido muy diferente a lo que veo hoy en los medios. ¡Que afortunado me siento de conocer a sacerdotes realmente santos! A hermanas que se la juegan 100% en su ser hijas de Dios. A matrimonios que son un ejemplo de amor, de paternidad y de entrega… a personas que sirven a Dios a través de su completa disposición a los hombres…
Me entristece mucho cuando veo que se juzga a toda la Iglesia por un caso particular de un sacerdote acusado de pedofilia o abusos sexuales… es triste. Es importante, entonces, hacerle saber al mundo que la Iglesia somos cada uno de nosotros. Cada uno de los bautizados, cada uno de los que vamos a misa el domingo, cada uno de los que tenemos fe…
Por último, como Iglesia que también soy me quedo con lo que dijo hace poco un sacerdote amigo “A la Iglesia le corresponde estudiar si estos casos son reales para determinar si son o no pecado. Que la ley se encargue de estudiar si son reales para determinar si son o no crímenes”.
En adelante no le haré el quite al tema, al contrario, seré el primero en traerlo a conversación.
estoy en la misma situación que tú. si bien mi blog es miscelaneo me he declarado católico y como tal me siento un poco presionado por mi mismo, con un deber de escribir y dar respuesta a muchas cosas que me dan pena y me indignan.
ResponderEliminara ver si me animo a poner algo en los proximos días ;).
un abraso sanpo!.
saludos a todos por alla!