jueves, 15 de septiembre de 2011

UNA LLAMADA DE AMOR

Han pasado más de diez años desde que escuché por primera vez esa canción. Al escucharla ayer, en la misa de aniversario de muerte del Padre José Kentenich, mi corazón ardió como aquella vez.

Mi experiencia de fe en Dios ha sido maravillosa en Schoenstatt. Pero eso, no sería posible si no existieran otros que dejaron el camino hecho para seguir su huella... tampoco sería posible sin otros que hoy siguieran el camino que otros hemos dejado.

Aquí estamos dispuestos, Padre
vamos contigo en la batalla
queremos ser el hombre nuevo
que tu obra ha logrado reflejar.

En tus manos nos hemos abandonado
en tu corazón hallamos una morada
en tu misión queremos construir
el anhelo de una tierra santa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario