jueves, 4 de febrero de 2010

Hormigas

Hoy me di el tiempo de mirar una hilera de hormigas. Cada una se guiaba por el paso de la otra. De vez en cuando chocaban con las que venían en sentido contrario y se daban la licencia de detenerse, juntar sus antenas y luego seguir su camino. Todas iban al mismo paso. Todas eran iguales. Todas iban por un mismo camino…
Cuando ya me disponía a quitar la mirada y abandonar el “perfecto” espectáculo vi a otra hormiga que estaba lejos de la ruta. Tengo entendido que para no perderse siguen un rastro químico que dejan con sus patas o antenas, pero aún así siempre hay una o dos que se pierden. La observé por largo rato y nunca encontró el camino de regreso… espero de corazón que lo haya descubierto después.

¿Por qué se pierden si su camino está trazado desde el comienzo? ¿Depende este camino de la primera hormiga de la fila? ¿Qué las puede separar de la hilera tan claramente definida? ¿Puede encontrar el camino sola?

Esa hormiga representa a la “excepción que confirma la regla”. Al fruto prohibido del Paraíso. Al Lucifer del Cielo. Al "veranito de San Juan". Al punto negro del signo del Ying-Yang…

Nada es perfecto. Pero todo puede serlo.

Así como toda hormiga se puede perder del camino, toda hormiga puede volver a él.

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