Encontré esta frase entre unos papeles firmada por M. Esperanza:
“Dios ama y nos sigue como si no pudiese ser feliz sin nosotros”.
Me recuerda inmediatamente mi convicción de que Dios cree en nosotros y que nos sigue y nos busca como a San Pablo.
El hombre, por otro lado, cree porque fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Podemos decir entonces que Dios también cree y que hemos -como hijos que somos- “heredado” ese don.
Dios cree en nosotros.
jueves, 28 de octubre de 2010
martes, 26 de octubre de 2010
HERMANA DUDA (Parte 4 y final)
Pero ¿qué podríamos encontrar de positivo en la duda, entonces? Por un lado, como dije antes creo que nos mantiene inquietos y, por lo tanto, en búsqueda… y eso ya es bastante.
Pero principalmente creo que la duda nos invita a reconocernos pequeños y necesitados de la guía u orientación de otro. Nos llama a abandonarnos en los brazos de otro más grande y confiar en él. Ese otro puede ser un amigo, un familiar, una polola… sin embargo, casi siempre finalmente la respuesta la encontramos en Dios. Ese Otro que siempre es más grande que nosotros y en Quien confiamos nuestra vida con toda confianza.
Cuando la duda evoluciona en confianza, está a un paso de convertirse en fe.
Pero principalmente creo que la duda nos invita a reconocernos pequeños y necesitados de la guía u orientación de otro. Nos llama a abandonarnos en los brazos de otro más grande y confiar en él. Ese otro puede ser un amigo, un familiar, una polola… sin embargo, casi siempre finalmente la respuesta la encontramos en Dios. Ese Otro que siempre es más grande que nosotros y en Quien confiamos nuestra vida con toda confianza.
Cuando la duda evoluciona en confianza, está a un paso de convertirse en fe.
viernes, 22 de octubre de 2010
DIOS ESTÁ ESPERANDO UN HIJO
Cuando hablamos de Dios no podemos dejar de pensar en un Dios Padre, un Dios masculino, un Dios varón… seguramente lo hemos visto muchas veces en libros de religión como un abuelo barbón con cara de bonachón que mira desde lo alto con una gran sonrisa.
Y, en cierta medida, algo de eso está bien. Pero hay una particularidad en el amor de Dios que el tercer Isaías (Is 49, 14-15) ya reconoció antes de la llegada de Cristo: Dios nos ama como una madre ama a su hijo.
Dios nos ama con un amor entrañable, esto es, desde las entrañas, desde las vísceras. Podríamos decir “desde el vientre”. Solo las mujeres que han sido madres pueden experimentar ese amor por el hijo que nace desde sí mismas.
Solo podemos entender a Dios como varón desde el reconocimiento de una cultura judía, cristiana y -hoy- contemporánea marcadas por el machismo.
Dios nos esperó ansiosos para ver nuestro nacimiento.
Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y justamente esto significa que hemos nacido de Él, de su “vientre”. Podemos decir que estuvo embarazad@ de cada uno de nosotros.
Y, en cierta medida, algo de eso está bien. Pero hay una particularidad en el amor de Dios que el tercer Isaías (Is 49, 14-15) ya reconoció antes de la llegada de Cristo: Dios nos ama como una madre ama a su hijo.
Dios nos ama con un amor entrañable, esto es, desde las entrañas, desde las vísceras. Podríamos decir “desde el vientre”. Solo las mujeres que han sido madres pueden experimentar ese amor por el hijo que nace desde sí mismas.
Solo podemos entender a Dios como varón desde el reconocimiento de una cultura judía, cristiana y -hoy- contemporánea marcadas por el machismo.
Dios nos esperó ansiosos para ver nuestro nacimiento.
Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y justamente esto significa que hemos nacido de Él, de su “vientre”. Podemos decir que estuvo embarazad@ de cada uno de nosotros.
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jueves, 21 de octubre de 2010
HERMANA DUDA (parte 3)
Lo dijo textual el Padre Juan hace unos días en clases:
“La fe tiene de todo, menos seguridad. Garantía de nada. Es un salto al vacío. Lo más arriesgado es la fe”.
Un ejemplo de nuestra necesidad de seguridad hoy en día, dijo el Padre Tibaldo, es la vivencia del Domingo de Ramos, la misa -estadísticamente- más concurrida del año. En ella la gente lleva sus ramos para bendecirlos y dejarlos en su casa ¿Para qué? Para que proteja la casa y la familia todo el año. Sin embargo el ramo es signo del seguir a Cristo, aquel cuya vida no tuvo nada de segura, sino que terminó crucificado sin tener donde reclinar la cabeza (Lc 9, 58).
“La fe tiene de todo, menos seguridad. Garantía de nada. Es un salto al vacío. Lo más arriesgado es la fe”.
Un ejemplo de nuestra necesidad de seguridad hoy en día, dijo el Padre Tibaldo, es la vivencia del Domingo de Ramos, la misa -estadísticamente- más concurrida del año. En ella la gente lleva sus ramos para bendecirlos y dejarlos en su casa ¿Para qué? Para que proteja la casa y la familia todo el año. Sin embargo el ramo es signo del seguir a Cristo, aquel cuya vida no tuvo nada de segura, sino que terminó crucificado sin tener donde reclinar la cabeza (Lc 9, 58).
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martes, 12 de octubre de 2010
HERMANA DUDA (2da parte)
"Vivimos en la era de las aseguradoras" dijo el Padre Tibaldo en clases. Y claro que es cierto.
Pareciera ser que el estar seguro es una necesidad vital. Yo creo que la seguridad es signo de conformidad y, en cambio, la duda nos inquieta, nos impulsa a actuar, nos mantiene en búsqueda... ¡Que importante! Ser jardinero de mis propios dilemas, cultivarlos, hacerlos crecer y madurar.
La fe, como ya he dicho antes, tiene justamente ese componente de duda, de riesgo, de poca seguridad... Hace unos días conversábamos sobre cómo vivir el Evangelio sin seguridades, y tomamos como ejemplo a San Francisco de Asís, quien ni siquiera guardaba para sí una prenda de vestir que no fuera realmente indispensable. Hoy, en cambio, hacemos todo lo posible por no-arriesgar nuestra vida contratando seguros para el auto, para la casa, exigiendo contratos firmados hasta la última página, entregando pagarés en la universidad...
Descubrir lo hermoso de arriesgar es uno de los mayores desafíos hoy en día para nuestras vidas.
Pareciera ser que el estar seguro es una necesidad vital. Yo creo que la seguridad es signo de conformidad y, en cambio, la duda nos inquieta, nos impulsa a actuar, nos mantiene en búsqueda... ¡Que importante! Ser jardinero de mis propios dilemas, cultivarlos, hacerlos crecer y madurar.
La fe, como ya he dicho antes, tiene justamente ese componente de duda, de riesgo, de poca seguridad... Hace unos días conversábamos sobre cómo vivir el Evangelio sin seguridades, y tomamos como ejemplo a San Francisco de Asís, quien ni siquiera guardaba para sí una prenda de vestir que no fuera realmente indispensable. Hoy, en cambio, hacemos todo lo posible por no-arriesgar nuestra vida contratando seguros para el auto, para la casa, exigiendo contratos firmados hasta la última página, entregando pagarés en la universidad...
Descubrir lo hermoso de arriesgar es uno de los mayores desafíos hoy en día para nuestras vidas.
sábado, 9 de octubre de 2010
VIVA LA FE
Me enorgullece descubrir una luz de Cristo en una Europa tan fría y secularizada...
Más me enorgullece saber que mi polola es parte fundamental de este grupo de jóvenes misioneros.
"Las misiones no requieren mucho, explica Frank Blumers. No se necesitan conferencias, exposiciones, ni reuniones de grupo preelaboradas, ni oradores elocuentes, ni expertos en teología, ni medios de comunicación. Solamente se necesitan personas en la que esté viva la llama de la fe, y que crezca en la transmisión a los demás. Se necesitan sólo personas que se puedan sorprender ante la historia que Dios ha escrito en cada hombre, y que se tomen el tiempo para escuchar esa historia, quizás contada por primera vez. Y que estén dispuestos a ser testigos de aquello que los hombres comienzan a comprender al contar sus historias. Para ello se necesita la oración, mucha oración, se necesitan cantos que toquen los corazones, se necesitan símbolos. Y sobre todo se la necesita a Ella, a María, que los acompaña y prepara el camino hacia Cristo"
Aquí está el artículo completo. Vale la pena leerlo.
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viernes, 8 de octubre de 2010
PERDÓNEME, PILAR SORDO, PERO…
“[…] El hombre tiene el poder en lo económico, la mujer en lo sexual, pero realmente, en una relación afectiva, quien tiene el poder es el que menos necesita del otro”.
No puedo menos que preguntarme si el título de “Palabras sabias para un mundo mejor” con Pilar Sordo de esta breve sección de Radio Romántica merece ese apelativo.
Me parece insólita, por lo bajo, esta aseveración. Si realmente una relación es así, como dice la respetada psicóloga ¿Por qué estamos en pareja? ¿Por qué establecemos relaciones afectivas?
Creo que el amor -sea de pareja o no- justamente se caracteriza por descubrir la maravilla de la necesidad del otro, por descubrir que necesitamos de un complemento que nos complete, por asumir y decir aunque sea al final de nuestros días “happiness only is real when shared”.
Perdóneme, Pilar Sordo, pero déjeme decirle, en primer lugar, que es triste hablar de poder en una relación. Eso no es amor. Eso no es una relación afectiva, sino de conveniencia. La palabra poder, de hecho, no debiera existir entre dos personas que se quieren.
En segundo lugar, permítame agregar que lo maravilloso de descubrir que se necesita a alguien es optar por esa necesidad. Es decir, en lugar de “poder” hablamos de “querer”.
No puedo menos que preguntarme si el título de “Palabras sabias para un mundo mejor” con Pilar Sordo de esta breve sección de Radio Romántica merece ese apelativo.
Me parece insólita, por lo bajo, esta aseveración. Si realmente una relación es así, como dice la respetada psicóloga ¿Por qué estamos en pareja? ¿Por qué establecemos relaciones afectivas?
Creo que el amor -sea de pareja o no- justamente se caracteriza por descubrir la maravilla de la necesidad del otro, por descubrir que necesitamos de un complemento que nos complete, por asumir y decir aunque sea al final de nuestros días “happiness only is real when shared”.
Perdóneme, Pilar Sordo, pero déjeme decirle, en primer lugar, que es triste hablar de poder en una relación. Eso no es amor. Eso no es una relación afectiva, sino de conveniencia. La palabra poder, de hecho, no debiera existir entre dos personas que se quieren.
En segundo lugar, permítame agregar que lo maravilloso de descubrir que se necesita a alguien es optar por esa necesidad. Es decir, en lugar de “poder” hablamos de “querer”.
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miércoles, 6 de octubre de 2010
UN DIOS FARMACIA
Es, tal vez, la crítica más frecuente a prácticas de Religiosidad Popular en Latinoamérica: Utilizar a Dios cuando se le necesita para superar algún problema.
Pero la verdad es que es bastante fácil para todos los creyentes caer en esta actitud. El mismo Ronaldo Muñoz (como cité hace un tiempo) se preocupaba por esto argumentando que solemos utilizar a Dios para nuestros propios beneficios.
Cuando hacemos esto, usar a Dios exclusivamente para nuestro propio beneficio y dejarlo de lado cuando nos conviene, estamos haciendo vida la realidad de un Dios Farmacia, es decir, un Dios que nos sirve para sanar nuestras heridas, aplacar nuestros dolores y calmar nuestras angustias, pero que es olvidado una vez que ya se ha cumplido alguno de estos objetivos.
El gran peligro de tener un Dios Farmacia es que, si estamos acostumbrados a usar a Dios de esa manera, no dudaremos en usar a las personas de igual forma, convirtiendo nuestras relaciones en meras alianzas estratégicas para alcanzar objetivos personales y cargados de egoísmo.
Creemos en un Dios que no es farmacia.
Que sana, aunque no le pidamos.
Que acompaña, aunque no nos demos cuenta.
Que no nos usa, aunque nos permite creer que lo usamos.
Que ama, aunque no lo amemos.
Creemos en un Dios que no es farmacia, sino Amor.
El concepto de "Dios Farmacia" se lo copié a Leo, compañero y amigo para el que pronto dedicaré una entrada... aunque ya le mencioné aquí hace un tiempo. Es sabio este hombre parece.
Pero la verdad es que es bastante fácil para todos los creyentes caer en esta actitud. El mismo Ronaldo Muñoz (como cité hace un tiempo) se preocupaba por esto argumentando que solemos utilizar a Dios para nuestros propios beneficios.
Cuando hacemos esto, usar a Dios exclusivamente para nuestro propio beneficio y dejarlo de lado cuando nos conviene, estamos haciendo vida la realidad de un Dios Farmacia, es decir, un Dios que nos sirve para sanar nuestras heridas, aplacar nuestros dolores y calmar nuestras angustias, pero que es olvidado una vez que ya se ha cumplido alguno de estos objetivos.
El gran peligro de tener un Dios Farmacia es que, si estamos acostumbrados a usar a Dios de esa manera, no dudaremos en usar a las personas de igual forma, convirtiendo nuestras relaciones en meras alianzas estratégicas para alcanzar objetivos personales y cargados de egoísmo.
Creemos en un Dios que no es farmacia.
Que sana, aunque no le pidamos.
Que acompaña, aunque no nos demos cuenta.
Que no nos usa, aunque nos permite creer que lo usamos.
Que ama, aunque no lo amemos.
Creemos en un Dios que no es farmacia, sino Amor.
El concepto de "Dios Farmacia" se lo copié a Leo, compañero y amigo para el que pronto dedicaré una entrada... aunque ya le mencioné aquí hace un tiempo. Es sabio este hombre parece.
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Ronaldo Muñoz
lunes, 4 de octubre de 2010
TU NOMBRE
Fue hermoso ser recibido esa fría noche santiaguina con estas palabras sobre mi colchón:
"Decir tu nombre, María, es decir que toda muerte puede ser también Su Pascua.
Decir tu nombre, María, es decirte Toda Suya, Causa de Nuestra Alegría".
(Pedro Casaldaliga)
"Decir tu nombre, María, es decir que toda muerte puede ser también Su Pascua.
Decir tu nombre, María, es decirte Toda Suya, Causa de Nuestra Alegría".
(Pedro Casaldaliga)
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Poemas
viernes, 1 de octubre de 2010
POBRES PREJUICIOS
Muchas veces he escuchado esto -y reconozco avergonzado que alguna vez lo pensé- cuando se habla de la pobreza y de los pobres se dice que “los pobres son pobres porque quieren serlo”, porque son flojos” o “porque ellos se lo buscaron”… Yo no creo que se así, creo que la pobreza es fruto de una gran riqueza mal distribuida, de una inmensa brecha de oportunidades e “inoportunidades” para ricos y pobres respectivamente, de una Educación mal ejercida, de muchos “pitutos” bien aprovechados.
Sin embargo, si fuera cierto… si realmente los pobres fueran pobres porque quisieran serlo ¿sería malo? ¿Cuántas veces hemos escuchado en la Iglesia que tenemos que esforzarnos por alcanzar la pobreza, por ser sencillos, humildes y desprendernos de todo para entregarnos por entero al Señor? Muchas. Demasiadas. Hay muchos que lo han vivido: San Francisco de Asís en aquellos tiempos, Ronaldo Muñoz en la contemporaneidad.
Podemos concluir que ser pobre porque uno quiere serlo es bueno ¿no?
Entonces ¿Por qué juzgamos a los pobres que también han optado por eso?
Yo creo profundamente que esos pobres que duermen en la calle y viven de limosnas, en lo profundo de su corazón saben que su pobreza es a costa de que otro no lo sea… y eso realmente es muy valorable.
Ahora viene la parte fea… ¿Los ricos quieren ser pobres? Yo creo que no.
Está bien querer ser pobre.
¿Está bien querer ser rico?
Creo también -y ojalá me equivoque- que quienes son ricos en lo profundo de su corazón saben que su riqueza es a costa de que otro sea pobre, y eso realmente es muy triste y desesperanzador.
Pero, bueno… estos son sólo prejuicios.
Sin embargo, si fuera cierto… si realmente los pobres fueran pobres porque quisieran serlo ¿sería malo? ¿Cuántas veces hemos escuchado en la Iglesia que tenemos que esforzarnos por alcanzar la pobreza, por ser sencillos, humildes y desprendernos de todo para entregarnos por entero al Señor? Muchas. Demasiadas. Hay muchos que lo han vivido: San Francisco de Asís en aquellos tiempos, Ronaldo Muñoz en la contemporaneidad.
Podemos concluir que ser pobre porque uno quiere serlo es bueno ¿no?
Entonces ¿Por qué juzgamos a los pobres que también han optado por eso?
Yo creo profundamente que esos pobres que duermen en la calle y viven de limosnas, en lo profundo de su corazón saben que su pobreza es a costa de que otro no lo sea… y eso realmente es muy valorable.
Ahora viene la parte fea… ¿Los ricos quieren ser pobres? Yo creo que no.
Está bien querer ser pobre.
¿Está bien querer ser rico?
Creo también -y ojalá me equivoque- que quienes son ricos en lo profundo de su corazón saben que su riqueza es a costa de que otro sea pobre, y eso realmente es muy triste y desesperanzador.
Pero, bueno… estos son sólo prejuicios.
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